El Ayuntamiento, según trasladan los sindicatos, continua manteniendo una postura irresponsable, consecuencia de la ideología de unos pocos, que condenan a los nuevos agentes que son desvalorados y se encuentran un marco laboral donde es imposible desarrollar su profesión dignamente, produciéndose un choque entre los conocimientos adquiridos tras años de oposición, junto con lo aprendido en la Escuela de Seguridad Pública y la cruda realidad de nuestro pueblo.
Las condiciones laborales son penosas, apuntan, sometidos a continuos cambios de cuadrantes (sobre todo en Semana Santa y Navidad), “aquí los agentes no tienen derecho a saber de que trabajaran a meses vista”, ven pisoteados derechos como el de tener un calendario laboral como recoge el Reglamento General de Funcionarios y como tener un Reglamento Interno de Policías como dice la Ley de Coordinación de Policías Locales, incumpliendo manifiestamente los establecido en la Ley la corporación.
Todo ello sumado a que hablamos del cuerpo de la policía local peor valorado del Aljarafe, donde puede darse la circunstancia que un administrativo con turno de ocho a tres, de lunes a viernes este más valorado que un agente policial que trabaja todos los días del año, en turno de mañana, tarde y noche.
Además de la falta de medios, la no tramitación de las ordenanzas y el agravante que desde hace más de un año, el actual alcalde ha dejado de cubrir los servicios mínimos, resultando servicios de un solo agente o incluso ningún policía, como vienen siendo estas noches donde uno de los agentes recién incorporados y con días de servicio, ha realizado servicios en solitario para toda la localidad, un ejemplo más de la valoración de este servicio por parte de los responsables.
Con todo esto, resulta que la mayoría de la plantilla ha decidido opositar para cambiar de municipio, buscando una localidad donde este colectivo sea tratado con dignidad y puedan desarrollar su profesión, ya que aquí pocas vista de arreglo se esperan.
Se da la paradoja que en el caso de conseguir su objetivo algunos de los agentes, sumado con los tres policias que en menos de dos años pasan a otros servicios por la edad, la localidad sufriría una merma aun mayor de policías, siendo los vecinos los que suframos (otra vez) finalmente las consecuencias de esta falta de responsabilidad e inversión en este servicio.